martes, 11 de enero de 2011

DIRECCION POR VALORES

Los valores:

Son el conjunto de aspectos que condicionan el comportamiento de las personas a través de los juicios que se formen con relación a lo correcto o a lo incorrecto. Los valores condicionan las actitudes y la conducta permitiéndole un sentido a la realidad objetiva de la actividad de la organización, posibilitando su cumplimiento, permitiendo también el desarrollo de las relaciones entre los trabajadores y con el medio exterior. Constituye un elemento motivador e incrementa el sentido de pertenencia hacia la organización.

Los valores de una organización no deben ser abstractos, sino basados en la realidad objetiva y condiciones concretas de su desarrollo, conformando un sistema bien definido que pueda ser enseñado y que a través de su trasmisión se garantice que puedan ser aprendidos y aplicados por todos.

Existe una relación entre ética y los valores y es que la primera es el estudio de los actos humanos o costumbres y los valores son en sí esos actos o costumbres preferidos o aceptados por una sociedad.



Dirección por Valores:


El origen de la dirección por valores se debe en gran medida al desarrollo de los conceptos relacionados con la cultura organizacional.

Es una herramienta del liderazgo para avanzar en la gestión de los aspectos humanos dentro de la organización. La política de consolidar una cultura general integral en el pueblo tiene como protagonista central a las personas y dentro de ellas a sus gestores, o sea, los directivos responsabilizados en llevar a vías de hecho esta proyección confiere indudablemente a nuevas e importantes responsabilidades en todos los órdenes a los directivos de las organizaciones.

Los gestores  o mejor dicho toda persona  debe adoptar técnicas avanzadas de gestión que conduzcan no solo al óptimo desempeño de sus funciones, sino  fundamentalmente a la realización profesional y personal de los miembros de las organizaciones.

La utilización de los valores representa una de las mejores respuestas para la obtención de buenos resultados de trabajo al desarrollarse sobre el comportamiento de los trabajadores y su estado emocional y no sobre elementos totalmente externos al mismo, como sucede en otros sistemas de dirección.

El comportamiento y la conducta de los trabajadores influyen en gran medida en los resultados de trabajo y el rendimiento laboral, ahora bien, es incuestionable que de los valores poseídos y desarrollados por las personas dependen el comportamiento y la conducta, de ahí, la importancia que las organizaciones y los directivos de estas deben dar a la selección de individuos con valores que contribuyan positivamente con los objetivos organizacionales.


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